1 Finalmente, hermanos, orad por nosotros para que la Palabra del
Señor siga propagándose y adquiriendo gloria, como entre vosotros,
2 y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos;
porque la fe no es de todos.
3 Fiel es el Señor; él os afianzará y os guardará del Maligno.
4 En cuanto a vosotros tenemos plena confianza en el Señor de que
cumplís y cumpliréis cuanto os mandamos.
5 Que el Señor guíe vuestros corazones hacia el amor de Dios y la
tenacidad de Cristo.
6 Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os
apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la
tradición que de nosotros recibisteis.
7 Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues estando entre
vosotros no vivimos desordenadamente,
8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga
y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de vosotros.